lunes, 24 de diciembre de 2012

CAPÍTULO ESPECIAL DE NAVIDAD: Duro De Matar (I-II-III-IV)

Estimados Lectores:

¡HO-HO-HO! ¡FELIZ NAVIDAD, ESTIMADOS LECTORES! La nieve cae en el exterior, los niños cantan villancicos, hay un hombre gordo vestido de Santa, suena Frosty The Snowman... Sí, eso es lo que pasa en la película que estoy viendo, porque afuera hacen casi 30 grados de calor, y mi árbol de navidad está en llamas. ¡Pero eso no nos detiene para hacer la tradición más antigua de este blog! (Esto es, la tradición del año pasado)... ¡ESPECIAL DE NAVIDAD! (Suenan campanitas). ¿Y que veremos hoy, acaso A Miracle On 34th Street? ¿A Christmas Carol? ¿The Grinch? ¡Tantas posibilidades! Pero el año pasado hicimos un experimento inusual e incluimos "Gremlins", así que, ¿porque no celebrar estas navidades con una de las mayores series de acción de la historia, teniendo dos partes lugar en navidad? ¡Así es, hoy, y a petición de muchos lectores, tenemos Die Hard, de la primera a la última, para celebrar la llegada de la quinta este año que se aproxima! ¿Comentamos?

Un día normal en la vida de John McClane

Título Original: Die Hard
Año: 1988
Director: John McTiernan

Es Noche Buena, la nieve cae sobre Estados Unidos salvo por el Estado de California y John McClane (Bruce Willis), policía de Nueva York, tiene que hacer un viaje terrorífico para Navidad: ir a visitar a su ex esposa, Holly Gennaro (Bonnie Bedelia), y a su par de pequeños hijos. Armado con una pistola y un oso de peluche gigante, John McClane pronto se encuentra atrasado para la importante reunión que tendrá lugar en el enorme edificio de Los Ángeles, el Nakatomi Plaza. Allí, el acaudalado empresario Joe Tagaki deleita a sus empleados con una fiesta de Navidad (la pregunta "¿los japoneses celebran Navidad?" es planteada en la película, así que no se preocupen, no es un agujero en el guión). Tras partir en una limosina con un poco discreto conductor negro (enorme personaje), John llega a lo que pareciera ser una larga noche de Navidad con los molestos compañeros de trabajo de Holly, algunos de los cuales no tardan en presumir todo lo posible su mejor posición con su ex esposa. ¿Cómo podría ponerse peor la noche? ¡Bueno, es un día en la vida de John McClane, solo superada por la de Jack Bauer, las cosas necesariamente deben ponerse explosivas! Porque cuando un grupo de terroristas, armados con metralletas hasta los dientes y liderados por nada menos que Snape Hans Gruber (Alan Rickman), se toma el edificio con el propósito de darle una lección a Joe Tagaki por su avaricia (Si, esto suena un poco al Grinch, pero dejémoslo pasar), es hora de que el Bruce Willis que todos conocemos entre en acción.

La mala suerte de los terroristas es triple, pues coincide que justo cuando entran al edificio, John estaba cambiándose de ropa... Armado, molesto y de mal humor, pronto la noche de Navidad se transformará en una masacre cuando John McClane comience a librarse uno por uno de los diversos terroristas. Valiéndose de los sistemas de ventilación, los diversos pisos del edificio e incluso explosivos, Bruce Willis está a punto de volver la navidad de Alan Rickman especialmente complicada. Pero no todo es tan sencillo: el líder terrorista tiene planeado hacerse con el contenido de la caja fuerte del edificio, y si para ello debe volar a todos por los aires, pues lo hará. Dos lunáticos, uno luchando por salvar a su esposa y a los rehénes, y otro por el amor de Lily Potter por obtener su recompensa, se enfrentan en una mega película de acción de navidad que no deja un segundo para respirar... Como probablemente ya habrán adivinado de mi descripción, amo Duro de Matar, prácticamente cada una de sus secuelas, y por supuesto, la original es mi favorita. Nos introduce a John McClane, sin duda uno de los mejores personajes de acción de la historia del cine, quien se caracteriza por andar con cara de cansado y chato por toda la película, lanzando tallas jocosas y ochenteras como si nos estuviera diciendo "realmente odio estar aquí, pero de todos modos los mataré a todos", y por supuesto, echándose a cada uno de los hombres de Hans Gruber sin problemas. El pobre John solo quiere celebrar navidad en paz, y nadie debe entrometerse en su camino para lograrlo...

10 puntos menos a McClane

Lo que hace especialmente entretenida a Die Hard es el hecho que sea un héroe solitario que tenga que pasar por todos los infiernos para conseguir su objetivo, y aún así mantenga una cara de "ok" hasta el final de la película. Saltando de edificios, escapando de explosiones, y luchando contra secuaces que por ciertos son también muy entretenidos. Algunos son los clásicos villanos genéricos, pero generalmente Die Hard y todas sus secuelas se las arreglan para crear a unos cuantos enemigos bien memorables. Por supuesto, Alan Rickman es un increíble villano, aunque claro, ya no hay nada que me pueda sacar de la cabeza su voz repitiendo en una catatumba: "Miiiiisteer Pottaaaaaaaah"... Son especialmente jocosas las comunicaciones entre John McClane y Hans Gruber por radio comunicador, es casi como observar un juego de ajedrez en el que la mayoría del tiempo, John lleva la ventaja, pero a pesar de que Hans ponga cara de "otra vez este sujeto", a veces logra ponerse un paso adelante, y es cuando nos comenzamos a comer las uñas. Tenemos otra saga de personajes muy entretenidos, el conductor de la limusina es un estereotipo andante pero sin duda que hasta hoy me saca muchas carcajadas; Holly también es una buena personaje, nada de andar jugando a la damisela en peligro, sencillamente, puedes decir de quien es esposo con solo ver su actitud avasalladora. Tenemos al clásico jefe de policía que no quiere nada con John McClane porque eso es lo que siempre pasa en las películas ochenteras, pero supongo que puedo vivir con ello. Es el clásico personaje que no puedes definir como villano, pero que sin duda lo es, porque si las cosas se hicieran como las dijera John McClane, la película habría terminado en media hora. También tenemos a un periodista mala onda, pero que en realidad lo nombro porque tendra alguna importancia en la segunda parte...

En fin, ¿que más se puede agregar de un clásico navideño como Duro De Matar? La música es jocosa e entretenida, con la novena sinfonía de Bethoveen sonando de aquí por allá y de tanto en tanto uno que otro jingle navideño lo que sin duda nos recuerda porque el cine de acción de los gringos es insuperable: son historias de héroes que no quieren estar ahí, que daría lo que fuera por estar con una cerveza frente al televisor y comiendo galletas de navidad, pero ahí están, en la línea de fuego, y sabrán cumplir su deber. Duro de Matar no solo sentó las bases para la tonelada de secuelas que la siguieron, sino que para toda una saga de cine de acción noventero como La Roca, Máxima Velocidad, Mision Imposible, etc..., así que supongo que podemos darle las gracias. Aún posee ese toque ochentero que hace esta clase de películas clásicos inolvidables, así que si no la has visto, ¿que estas esperando? Apaga Mi Pobre Angelito 3, ya te dije que no valía la pena el esfuerzo, y disfruta un rato con la ironía de John McClane, después de todo, aun nos quedan 3 más por revisar... Yo le doy un 11/10, y pasemos a la que sigue.

Duro de Matar 2
Si, por alguna razón me costó encontrar imágenes de esta.

Título Original: Die Hard 2 
Año: 1990
Director: Renny Harlin

¡Es navidad, y esta vez si tenemos nieve para John McClane! Han pasado dos años tras los incidentes de la primera parte y John McClane y su esposa Holly se han reconciliado, después de todo, ¿que lugar más romántico para reencontrar el amor que una torre llena de explosivos y un terrorista de Slytherin amenazándote con una metralleta? Pero está vez, John McClane no debe enfrentar su miedo a volar, pues es Holly quien viaja desde Los Angeles a visitarla a Washington. Y como ya había anunciado, el periodista pesote de la primera parte hace su regreso yendo, coincidentemente  en el mismo avión que Holly, lo cual dará origen a un par de situaciones jocosas. Sí, de seguro esto será una tranquila navidad para John McClane... excepto que unos nuevos terroristas aparecen en el aeropuerto. Como buen policía, y con buen olfato, John logra detener a uno de ellos, pero al comprobar su identidad, descubre que se trata de un hombre que lleva muertos varios años. ¿Qué está pasando, que demonios está apunto de tener lugar en el Aeropuerto Internacional de Washintong Dulles? Aunque John intenta advertir la situación a la policía del lugar, no obtiene mucho Feedback, porque ya saben, esta película, aunque noventera, sigue teniendo esa tendencia ochentera de "Maldición McClane, estás fuera del caso porque haces explotar todo", un clásico, está vez de la mano del obeso jefe de policía Carmine Lorenzo. 

Sin embargo, las suposiciones de McClane resultan ser ciertas, pues un grupo de terroristas se toman el control del aeropuerto y de los vuelos, cerrando las pistas, dejando a cientos de aviones sin posibilidad de aterrizar y apunto de colisionar entre ellos, entre ellos, sorpresa, el avión de Holly. Liderados por un no tan carismático Coronel Stuart, tienen un solo propósito: liberar al General Ramon Esperanza, dictador de Val Verde (si están preguntándose lo mismo que yo, no, Val Verde no existe, a pesar de que es usado en tantas películas que podría dar la impresión de lo contrario, ejemplo, Depredador y Commando... ¿Sorprendidos?). Esta vez, McClane se enfrenta a una amenaza a mayor escala, y aliado con las fuerzas del aeropuerto, debe detener a los terroristas, salvar a su esposa e impedir la liberación del dictador. Porque, como sospechan, los terroristas solo han cometido un gran error: olvidar que McClane está en el aeropuerto, está furioso, está cansado, está lleno de comentarios irónicos y amargados (a cada segundo más notables), y ni explotar aviones, ametrallar a medio mundo ni provocar caos en un aeropuerto internacional será suficiente para detenerlo. Paralelamente, la acción se concentra en el avión de Holly, quien intenta mantener la calma de los pasajeros... Constaté previamente que mi favorita era Die Hard I, sin embargo, no podría decir que esta queda detrás. Quizás es porque ambas son tan buenas, tan masivas, que la única forma de decidirme por una u otra es elegir la que vi primero. Ambas son geniales, ambas son muy entretenidas, y ambas tienen altas dosis de John McClane.

Siempre es notable ver la cara de "McClane otra vez" cuando John responde los comunicadores.

Manteniendo los elementos que hicieron a la original magnífica, Die Hard 2 se atreve a llevar las cosas a un nivel más explosivo, más masivo, con amenazas mayores, donde John no aparece como el ser invencible de la primera. Y, por supuesto, si la primera contenía ciertas situaciones imposibles (pero que compramos porque es John McClane), está las eleva al cuadrado, siendo por supuesto el más claro ejemplo la famosa escena de la granada y el asiento eyectable. Las situaciones son tan irrisorias que en cualquier otra película me hubiera parado e ido, pero es John McClane quien las mantiene entretenidas, frescas e incluso creíbles. Y es que en esta ocasión John está más molesto y cansado que nunca, lo cual simplemente lo vuelve más magnífico que nunca, especial mensión a su jocoso monólogo mientras debe meterse nuevamente a un sistema de ventilación: Just once, I'd like a regular, normal Christmas. Eggnog, a FUCKIN' Christmas tree, a little turkey. But, no, I gotta crawl around in this motherfuckin' tin can. Sencillamente sublime, porque a pesar de todas las quejas, a pesar de toda la furia, John sigue haciendo su trabajo. Los enemigos nuevamente son notables, aunque no puedo recordar que el villano fuera tan memorable como Alan Rickman, quizás porque es la condenación de todo "malo de turno" cuyo objetivo no es obtener dinero ni conquistar el mundo, sino "liberar al villano más malo", supongo que eso siempre es un punto menos. Pero aun así, es calculador, está un paso adelante de John en muchas ocasiones, y por supuesto, tiene otra nueva tanda de secuaces muy entretenidos.

La acción sigue siendo sublime, la música también, y en general, creo que hasta los efectos especiales son mejores, así que en realidad, no tengo demasiado de que quejarme. Lo que sí puedo mencionar es que a ratos se me hizo un poco larga, (no siendo más larga que la anterior), supongo que a diferencia de la primera que logra mantener un ritmo constante y ascendente, está tiene sus altos y sus bajos, pero nada demasiado perceptible. Como secuela, funciona de maravillas, a pesar de no estar particularmente conectada con la primera (claro, muchas de las bromas y actitudes de McClane se entienden en cuanto uno a visto la primera parte, pero no es una directa continuación de los hechos de la primera como sería la tercera parte), y en general, puedo verla junto a un árbol de navidad comiendo pavo sin ningún problema. Recomendada está navidad para ver con la abuelita y el primo chico gritón, a menos claro que quieran ver el especial de navidad de los Picapiedras (seriamente, ¿como podían celebrar Navidad si ni siquiera la pascua había sido inventada?... No me hagan caso), le doy un 10.5/10... Y aún nos quedan dos más. ¿Son capaces de mantener el nivel de sus predecesoras? ¿O acaso John McClane agarrará la fiebre inevitable de las secuelas malas? Sigue conmigo para descubrirlo.

Duro de Matar 3

Say what again. I dare you, I doble dare you motherfucker

Título Original: Die Hard with a Vengeance
Año: 1995
Director: John McTiernan

Voy a partir aclarando al tiro para que tengamos una buena cena de Navidad sin malos entendidos: no soy un gran fanático de Duro de Matar 3. Ya explicaré mis razones, pero es para que nadie se atragante con el pavo de aquí en adelante. ¿Aclarados? Bueno, Duro de Matar 3 tiene lugar unos años después de la segunda parte, y mientras que esta parecía dar un futuro auspicioso para John, la situación se ha alterado rotundamente con el paso del tiempo: suspendido de la policía, peleado nuevamente con Holly, John se encuentra solo en el mundo como un verdadero vagabundo. Y por supuesto, tampoco es navidad, lo que vuelve la situación aún más deprimente. En este contexto, una bomba estalla en Nueva York, y a los minutos el responsable se apersona mediante una misteriosa llamada telefónica: su nombre es "Simon", un alocado terrorista que tiene intención de jugar a "Simón dice" con John McClane. Amenazando que detonará otro bomba si no cumplen sus condiciones, las cuales consisten generalmente en ridículos juegos de ingenio para John, este se ve obligado a ir en interiores a un barrio negro usando un cartel que dice "odio a los negros". Sí, ya comienzan a sospechar porque no me fascina esta película, pero no nos adelantemos. Salvado en el último instante de una pandilla por el noble vendedor Zeus Carver (Samuel L. Jackson), pronto John ve que Simon tiene bastantes juegos preparados, y que cada uno es más complicado que el anterior...

...y por alguna razón, Zeus debe participar con él. Es así como comienza una alocada carrera por Nueva York para detener las diversas bombas plantadas por Simon en una carrera contra el reloj que parece no acabar jamás. Pero, ¿porque Simon está tan interesado en John McClane, cual es el interés en un policía retirado en el punto más bajo de su carrera? ¿Cual es el propósito final de estos juegos? No quiero revelarles demasiado, porque lo más probable es que mucho de ustedes solo hayan visto la primera, y con un poco de suerte la segunda, pero si les prometo que la solución es al menos algo ingeniosa, eso puedo concederles. Así, a medida que la película avanza, nos damos cuenta que esto es parte de un complot más enorme de lo que habían imaginado en un principio, e incluso John McClane uniendo fuerzas como Samuel L. Jackson parece ser insuficiente para detenerlo... Ya, lo dejo hasta acá, por que la película es mucho más que esto, pero vamos viendo que es exactamente lo que falla en Duro de Matar 3. No es John McClane por supuesto, quien como siempre sigue furioso e irónico, aunque un poco más desanimado, lo cual es entendible, después de todo, su situación es bastante precaria y no es Navidad (?). Tampoco es Samuel L. Jackson, quien por cierto es una enorme adición a la película, por alguna razón, la química entre los dos personajes es especialmente buena, así que no es por ahí donde lanzaré mis quejas.


Mi problema es que ni la trama ni la acción es tan espectacular ni atrapante como las anteriores, y de hecho, es a ratos una película un tanto aburrida. Y no veo como eso es posible, siendo que pudiera ser especialmente atrapante con una carrera contra el reloj que no termina nunca, pero... neh. El juego de "Simon dice" no funciona especialmente bien, quizás porque las pruebas son un poco absurdas. No sentí esa sensación de "todo está perdido si es que John hace algo mal" de las anteriores, como cuando en la segunda parte explotan dos aviones. ¡Eso era mantener la tensión! Digo, la primera prueba es de un nivel de ridiculez que sencillamente me supera. O la bomba del parque, son situaciones graciosas pero que no van tan bien en una Duro de Matar. Y la verdad, no me cabe en la cabeza, ya que John McTiernan vuelve a la dirección, uno supondría que podría recaptar el espíritu de la primera parte (y lo logra en otro sentido), pero creo que esto me mató bastante la película. Y aunque me fascinó el personaje de Zeus, tampoco me quedó demasiado claro que pintaba en todo esto, pero ese solo soy yo. Ahora, ¿es una mala película? ¡Para nada! Tiene un gran villano nuevamente (con Jeremy Irons, quien ha hecho algunos roles bien pencas de "malo" como Calabozos y Dragones, acá se luce), tiene un par de secuencias muy entretenidas (como la del túnel), y de nuevo, Samuel L. Jackson y Bruce Willis logran darle vida a un film que por sí solo no debería tener demasiado.

También me pareció un tanto errático al final, con este climax diferido, no me lo compré demasiado, pero averigüé y resultó ser que eso no era la intención original de McTiernan, quien pretendía darle un giro más oscuro al final de Duro de Matar 3, pero que los productores insistieron en el que finalmente llegó a mostrarse en las pantallas de cine. En suma, no es una gran película, pero aún así sigue siendo muy Duro de Matar, seguimos teniendo altas dosis de John McClane, seguimos teniendo este enfrentamiento "Héroe/Villano" por teléfono que es lo que hace grande a estas sagas, y a su favor, a la gente parece gustarle, creo ser de los pocos que no es un gran fan de esta. Por lo que, si les gustaron las dos anteriores, denle una vuelta, quizás resulten cautivados o quizás un poco decepcionados como su buen tabernero aquí, sea cual sea la respuesta, me parece que es un "Deber verse" para cualquier fan de Die Hard. Yo le doy un 6.5/10, y pasemos a la última... ¿Qué creen? ¿La odiaré, la destrozaré, o me habrá agarrado nuevamente? Sigan conmigo para descubrirlo...

Duro de Matar 4.0
Otro día normal en la vida de John McClane... calvo.

Título Original: Live Free or Die Hard
Año: 2007
Director: Len Wiseman

Duro de Matar 4 pertenece a esa nueva gama de películas que me gusta llamar "Los héroes de los 80... viejos". La mayoría de ellas se basan en chistes estilo "ya estoy muy viejo para esto", con las grandes figuras de acción de esos años retiradas y obligadas a volver a la acción por cosas del destino. Recuerdo que la primera película del estilo que vi fue "Arma Mortal 4", y la verdad, no me agradó demasiado la idea. Más tarde, vinieron "Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal", "Rocky 6", "Rambo IV", etc..., todas ellas apelando a la misma formula, en algunas funcionó, en otras no tanto. Y amigos, a mi gusto, Duro de Matar 4 es una donde realmente lo lograron, pero vamos a ver de que se trata: el FBI acaba de descubrir una extraña brecha en su seguridad, a lo que primero suponen ser es un ataque de Hackers especializados. Sin embargo, cuando al pasar las horas descubren que muchos de estos Hackers han muerto. En este contexto, la policía la da un pequeño encargo a John McClane, esto es, ir a escoltar a un joven hacker, Matthew Farrell (Justin Long, el tipo de los comerciales Apple), fuera de la zona de peligro. Parece una misión sencilla, incluso en la noche que John se ha peleado nuevamente con su joven hija Lucy... ¡PERO ENTONCES OMG UN GRUPO DE TERRORISTAS AMETRALLAN EL LUGAR, Y UNOS VUELAN COMO SIMIOS DE CIRCO, Y TODO ES EL CAOS, EL CAOOOOOOS!

Tratando de huir de regreso a los cuarteles de la policía, comienza un ataque masivo que no habíamos visto hasta ahora en Duro de Matar (pero si en otras sagas paralelas): un ataque cibernético que deja bloqueado todos los sistemas de transporte, semáforos, televisión, etc..., mientras hombres armados hasta los dientes persiguen a John y Matthew por la ciudad. ¿Pero como escapar de un grupo de terroristas que controlan prácticamente cada uno de los aparatos cibernéticos del país? Matthew entonces descubre porque es tan importante: esto es lo que se llama "The Fire Sale", el ataque cibernético más enorme jamás concebido, uno que dejaría inutilizado todo el aparato computacional y electrónico del país, consistente en diversas etapas, y que podría dejar a la nación de rodillas a menos que cumplan con las demandas de los terroristas. Pero, ¡oh, sorpresa! Los terroristas no contaban con que John McClane iba a meter nuevamente sus narices en el asunto... Así comienzan dos horas de F16, explosiones masivas, secuaces más mortíferos que nunca, chistes sobre la vejez, y todo aquello que hizo las primeras Die Hard un clásico del cine de acción... Como ya venía adelantando, desde el momento que vi "Duro De Matar 4.0" en el cine, supe que era todo lo que buscaba en una cinta de acción: escenas irreales e impresionantes, villanos de la mejor categoría, un plan aparentamente infalible que solo puede ser vencido por el más hábil y cascarrabias policía de Nueva York, es decir, una joya. Con un toque más moderno, apuntando hacia el lado de los computadores (del que obviamente McClane cacha poco y nada), Duro de Matar 4 sin duda logra mantener vivo el legado de una de las sagas de acción más importante del cine.


Quizás lo que más me gustó de esta cinta fue lo irrealmente épico de cada escena de acción, a niveles que ni siquiera las anteriores se habían atrevido a meterse. Quizás algunas pasadas de la mano, como esa escena donde el auto vuela y se parte justo donde está John y Matthew, ¿o para que mencionar la escena del helicoptero? ¡O LA DE LOS AVIONES MILITARES! (Ok, admito que esa escena fue demasiado, pero fue la única que me produjo esa sensación). Cada momento, cada secuencia de acción es sencillamente una bomba de diversión y acción llevada al extremo. Y de la mano de John McClane, esto nunca puede ser malo. Por supuesto, tenemos al mejor equipo de secuaces de todas las Die Hard, con una japonesa loca incluída, un artista de circo, un grupo de hackers, en suma, es sencillamente un desafío tras otro. El villano principal no tiene el carisma de ninguno de los anteriores, pero no es especialmente mediocre, así que puedo vivir con ello, al final de cuentas, es solo un nerd computacional. Y hablando de nerds, quizás una razón por la que no detestara esta película es porque considere que Justin Long fue un buen personaje. En esta clase de películas (la del viejo policía volviendo a la acción), suelen meter a un personaje joven y petulante que odiamos desde el principio (cof, cof, CALAVERA DE CRISTAL, cof, cof), pero Justin Long como Matthew es la dosis exacta de personaje nerd y joven que necesitamos. En ese sentido, la película no abusa del chiste "oh, que viejo estoy", sino que lo introduce cuando es necesario.

La hija de John hace su aparición y es muy guapa, cásate conmigo una buena adición al cast, no me quejo para nada (generalmente, añadir al hijo es un error garrafal, CALAVERA DE CRISTAL, cof, cof). Hay otra tanda de personajes muy jocosos, pero sin duda no puedo dejar de mencionar al hacker que vive en el sótano con su madre. Dios santo, con todas las escenas de acción y balas, ninguna me causó tanta gracia como John interactuando con el hacker en este simple diálogo:

(John se acerca a un cartel de Boba Fett que está en el sotano).
-Oh, lindo cartel.
-Vaya, veo que eres un fan de los Fett...
-(Silencio)... No, soy un fan de Star Wars. 

Perdonen lo ñoño, pero creo que es la escena que más me ha dado risa en todas las Die Hard. En fin, quizás es un poco irreal y nadie podría tomársela en serio, y admito que el final es muy idiota, pero en general, Die Hard 4.0 es sumamente satisfactoria, y me deja con muchas esperanzas para la que viene dentro de poco.

Solo que nuevamente... incluir al hijo puede ser una mala idea. (CALAVERA DE CRISTAL, COF, COF)

Eso, les deseo a todos una muy Feliz Navidad, vean hartos especiales del Señor Scrooge (yo debería llevar un conteo de todos los que existen), y coman harto chocolates. ¡Y que Santa les regale el DVD de los Avengers!

Atentamente
Farfaramir The Snowman

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