jueves, 30 de julio de 2015

A Troll In Central Park (El Jardín Mágico de Stanley)

Estimados Lectores:

¿Cuál es el punto de continuar este descenso por este espiral interminable de locura y enajanación mental, donde los sentidos y la lógica se pierden en un abismo de desesperación y sufrimiento? Cuando comencé la maratón de Don Bluth, me dije "Hey, pero verás El Secreto de NIMH, Un Cuento Americano, Todos Los Perros Se Van al Cielo... ¡Y luego llegarás a Anastasia y Titan A.E.!". Claro, en mi calculo no estaba todo lo que estaba entre medio. Sí, Rock-A-Doddle sobrevive al menos en la nostalgia, pero todo lo demás... Pero ya hemos alcanzado el fondo. Y ese fondo es A Troll in Central Park. De aquí, solo nos queda volver a subir...

Saben, no hay ninguna imagen digna de esta película. Ninguna sola. No importa lo que ponga, todos mis contactos van a pensar que estoy viendo películas para niños de 2 años... lo cual sería bastante acertado

Título Original: A Troll In Central Park
Año: 1994
Director: Don Bluth, Gary Goldman

Digo... ¿Qué demonios pasó, Don Bluth? ¿En qué punto caímos tan, pero tan bajo? ¿Cual fue el momento en que decidiste que cine infantil implicaba "cine para idiotas"? O quizás comenzaste a asesorarte con las personas equivocadas, porque el encanto de la animación nunca desapareció. Esos escenarios pintados a mano, magníficos y sublimes, siguen estando presentes en bodrios como A Troll In Central Park, como un triste recordatorio de que esto fue hecho por personas competentes. 

La premisa de esta abominación es simple: hay un mundo de trolls debajo de Central Park. Stanley es distinto a los demás trolls, porque tiene un dedo mágico que transforma lo que toca en flores. La razón es porque A QUIEN DEMONIOS LE IMPORTA. El asunto es que a los demás trolls, especialmente a la reina, no le hace ninguna gracia que haya un troll que haga cosas bonitas y que canten, así que expulsan al Troll cantante a Central Park, un lugar terrible y horroroso. 

Sí... esta película no tiene sentido, así que ni hagan preguntas.

El asunto es que unos niños se encuentran a Stanley y se hacen amigos y cantan y de pronto todo se transforma en una pesadilla de canciones y colores con flores con caras y otros productos retorcidos de la imaginación de Bluth, quien básicamente dijo "hey, ¿qué pasa si vomitaramos un libro para colorear de niños de 5 años de edad y lo hicieramos una película?" "Bueno, necesitaríamos muchas drogas". Y este es el resultado.

No lo sé... realmente no lo sé

¿Saben cual es el problema de esta película? Es que en todas las formas posibles está destinado para que un bebé de 3 años la vea sin poner atención a lo que sucede. Es el arma secreta de la niñera que está pasando la aspiradora, y de pronto aparece el bebé llorando y tirando la tempera por toda la casa, "Pero pendeja de mierda, mira, ¡están pasando una película llena de colores en la televisión!" y ahí puedes tener enchufado al energúmeno por hora y veinte minutos. ¡Porque, hey! ¡Hay flores, y cantan, y todos hablan como si les faltarán varias neuronas en la cabeza! ¡Es ideal para una guagua que no sabe hablar!

Y antes de que diga que estoy exagerando en cuanto al público objetivo de esta cosa, ¡los protagonistas son un niño de 4 años y su hermana chica de unos meses! ¡Y los niños lloran durante al película, y hacen ruidos! Es la misma sensación que te provoca entrar al cine y ver a una pareja con un enano babeando las cabritas y gritando incoherencias a la pantalla, y te preguntas, "¿quién demonios trae a una guagua de 6 meses a ver Intensamente? ¡MALDITA SEA, PORQUE HAY UN NIÑO LLORANDO EN LA PELÍCULA, BING BONG AÚN NO...!"

Urm... Creo que eso se puso un poco personal.

No lo estaba inventando

¿Saben lo peor? Que en un punto la película se pone ligeramente más oscura, con Stanley aparentemente muriendo y permaneciendo muerto durante un buen tiempo. ¡Me imagino a la niñera de pronto escuchando los gritos de terror del bebé que se suponía que estar cuidando! Por supuesto, como es tradición en las películas de Bluth, el troll revive por el arte de "Poder Mágico que nadie había mencionado hasta este punto y que de pronto salva la situación en el último segundo", y todos cantan y viven felices mientras tu miras la hora preguntando si no ocuparías mejor tu tiempo sacándole las pulgas a Samsagaz.

De hecho... creo que lo he descifrado. Esta es una metáfora sobre la vida de Don Bluth, siendo expulsado de Disney para armar su propio estudio, y todo al principio son risas y canciones, pero cuando el público objetivo aparece, todo degenera en un torbellino de perdición y tormento, porque aceptémoslo... Don Bluth es un gran Troll. Pero por suerte, una luz se asomaba en el horizonte. Y con horizonte me refiero a Rusia. Así es... Es hora de oír cantar a Rasputin.

Atentamente,
Farfaramir, el que ve películas para idiotas

4 comentarios:

  1. Me encanta esa película, las canciones, sus letras y su ternura. Que no te guste no significa que sea para idiotas. Sorrynotsorry

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  2. Se ve que debes tener el cerebro un poco plano para no ver que hay entre las líneas de la trama de esta película, pero sólo hace falta leerte lo justo para determinar tu nivel de comprensión. Ojalá hicieran más películas para enseñar valores y no sólo para ganar dinero sin más. No todo es birdman y similares, aunque seguro que tampoco la entendiste.

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  3. pobre comentario de una excelente pelicula, pobre weon saco de wea

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